-- -- -- Sol-Naciente: Capítulo 15.- ESME (Capítulo completo)

lunes, 8 de noviembre de 2010

Capítulo 15.- ESME (Capítulo completo)

Cuando enfilamos el camino de gravilla que unía la casa con la carretera secundaria, Edward se tensó a mi lado y su rostro se transformó en una mueca de inquietante desconcierto. Pisó el freno y se bajó incluso antes de que el vehículo parara. Echó a correr y se lanzó al interior de la casa.
Abrí la puerta del copiloto y antes de que a mi mente le diera tiempo a pensarlo, tenía a Nessie en brazos y subía por las escaleras del porche. Nada más franquear el umbral, un latigazo me anunció ese olor ya tan conocido.

Me detuve en seco sabiendo que no debía subir teniendo a mi hija conmigo. Corrí al exterior y vi cómo el resto de la familia se lanzaba hacia nosotros. En menos de una décima de segundo me sobrepasaron y se precipitaron escaleras arriba.

¿Qué había sucedido?

- Mamá – me llamó mi hija con voz temblorosa.

Apoyé su carita en mi hombro y subí detrás de los demás.

La habitación entera estaba revuelta. Todos estaban sobre Esme, que se encogía en el suelo mientras grandes arcadas le llenaban la boca de sangre. Sentí náuseas. Alice me esquivó y entró a la habitación con un par de bolsas con líquido rojo en su interior, que Carlisle traía del hospital.

- Tienes que hacer que se la beba – le informó Edward mientras sujetaba la cabeza de Esme.

- ¿Cómo? – bufó Rosalie mientras intentaba sujetarle los brazos.

- Ponedla de lado – ordenó Carlisle. Se arrodilló para estar a la altura de la cabeza de su mujer y cogió una de las bolsas –. Cariño, tienes que beber esto. Esme, cielo, debes beber esto.

Esme asintió con los ojos y Carlisle le acercó la bolsa. Echó una nueva arcada de sangre y clavó sus afilados dientes. Succionó la sangre rápidamente, reprimiendo los espasmos.

Mi hija me apretó contra ella y la abracé más fuerte cuando Alice habló con un tono glacial.

- Está muerta.

Terminé de entrar en la habitación y vi el cuerpo inerte de Ish apoyado contra la pared con el cuello doblado y empapado de su sangre, que no sólo salía de la herida anterior sino también de una inconfundible marca de media luna. Miré rápidamente a Edward y luego fijé mi vista en Esme.

¿Ella la había mordido?

Por un momento el cuarto dio vueltas y salí. Crucé el pasillo y entré en una de las habitaciones. Abrí la ventana y cogí varias bocanadas de aire puro. Me di cuenta de que esta vez la sangre de Ish no era nada apetecible. Tenía un extraño olor óxido y a la vez dulzón como cuando la fruta se pudre.

Era el olor a sangre muerta. Como ella.

Esa misma noche llegaría Eleazar y después ella se habría marchado, hubiese continuado con su vida, fuera cual fuera, pero ahora…

Ahogué un quejido de horror y tragué saliva antes de volver. Carlisle sacaba a Esme en brazos, que ocultaba la cara contra el regazo de su marido. Parecía más tranquila; a su lado, Rosalie y Jasper. Dentro quedaban Edward, Alice y Emmett junto con el cuerpo.

Pensé que lo mejor sería llevar a la niña a la cabaña y esperar allí hasta que…

Sonó un golpe.

Un golpe seco que sabía que no provenía del pecho de mi hija pues la tenía en brazos y me resultaba muy fácil diferenciarlos.

Otro.

El sonido era inequívoco. El seco golpe de un corazón al contraerse.

Todos se pararon y se giraron cara a la puerta. Entonces inspiró fuertemente y sus latidos empezaron a sonar acompasados.

- Os he condenado – murmuró una temblorosa voz sin apenas fuerzas. La voz de Ish.




Intenté no mirarla de frente pues sabía que no podría evitar fijarme en sus ojos, teñidos ahora de un intenso tono borgoña, con un brillo enfermizo en ellos.

Alice le limpiaba delicadamente el rostro mientras Carlisle la sostenía.

- Le vi – dijo con la voz quebrada. No supe por quién lo decía pero Edward frunció el ceño en un gesto de desesperación que me aguijoneó el pecho.

- Esme, no pienses en eso – la voz de Edward sonó rota por la angustia contenida.

Carlisle le apartó el pelo de la cara y mantuvo con ella una larga mirada llena de la complicidad acuñada durante más de medio siglo. Paseó su mano, ligeramente temblorosa, por el rostro pétreo de su compañera y la besó delicadamente. Se volvieron a mirar y advertí en los ojos húmedos de Carlisle cómo su ánimo se desmoronaba por el sufrimiento de su esposa.

- Lo siento – le susurró y él negó con la cabeza como si no hubiese nada que perdonar.

Esperé. Ni siquiera tenía ganas de preguntar. Cansada una vez más de que la situación me sobrepasara, me sentí como una cría estúpida y esperé. Aguardé como otras veces a que los acontecimientos se desarrollaran sin participar, siendo un mero testigo de ese devenir de mi existencia. Abracé en mi mente esa sensación, me aferré dejando que ocupara toda mi consciencia y permití, como una masoca idiota, que me hiciera sentir peor.

¿Cuántos meses había dejado pasar? ¿Cuántas cosas había permitido que se me escaparan? Y entonces una ráfaga de lucidez iluminó mi mente, descubriendo por qué mi puzzle se había vuelto incoherente.


Todos seguían en silencio cuando salí de mis cavilaciones. También ellos esperaban pero no sabía a qué. Entonces fue Edward quien expuso los hechos.

- He estado equivocado desde el principio – torcí el gesto y me aproximé a él. Edward siempre me había parecido el ser más perfecto sobre la tierra.¿Qué era aquello que estaba mal? – Siempre creí que ella poseía dos dones; uno, con el que conseguía ver los sueños e inducirlos mientras dormía y otro, que le permite pasar inadvertida mientras es consciente. Pero no es así en absoluto. Ella tiene tres dones distintos. Uno por cada una de las ponzoñas que Carlisle encontró en su sangre- se llevó la mano a la sien y presionó su frente. Sus facciones se volvieron duras y apretó los labios.

- Tres ponzoñas… - hablé en voz alta intentando encontrar sentido a aquello.

- Mientras yo la mordía, ella… - intentó explicar Esme pero su voz flaqueó. Jasper se movió de manera casi imperceptible y la contempló. En apenas medio segundo sus palabras sonaron algo más sosegadas -. Cuando Emmett se marchó, intenté mantener una conversación con ella, contarle cómo había sido la ceremonia pero parecía ausente. Aún así continué y todo parecía normal hasta que recordé, más bien vi, en mi mente cómo Jacob nos decía la semana pasada lo de aquel rastro de Seattle y ahí empezó todo. Ish se levantó y se puso literalmente histérica. No dejó de chillar y yo temí…- vaciló por un segundo y prosiguió con los ojos fijos en sus manos -. Ella me dijo que venían, que podía sentir cómo se aproximaban. Al principio no le encontré sentido pero luego el miedo de que tuviera razón, que alguien viniera… - tomó la mano de Carlisle y nos miró con un gesto doliente – Intenté calmarla. Me acerqué a ella y quise abrazarla, pero nada más tocarla, mi mente empezó a rememorar cada uno de los momentos en que había sentido miedo, hasta que llegué al invierno pasado cuando vinieron – cerró los ojos y se llevó las manos a la cara ocultando su rostro.

- Ella reconoció a uno de ellos – dijo Edward evitando pronunciar aquel temible apellido.

- Cuando vio las duras facciones de…- Esme tragó saliva - de Demetri se volvió loca.

- ¿Demetri es el que la ha mordido? – preguntó Jasper envarado

- ¿Y dices que viene hacia aquí? – dijo Emmett con un agresivo tono interesado.

- Demetri es quien la atacó en el bosque, pero no creo que se refiriera a él – aclaró Esme con una voz que volvía a parecer angustiada.

- ¿Cómo sabéis eso? – intervino Alice.

Edward y Esme mantuvieron una mirada grave hasta que ella la desvió para sumirse en sus recuerdos.

- Se aproximó a mí y me lo volvió a pedir. Dijo que aún estábamos a tiempo de salvarla, de salvarnos. Lo único que ellos desean es convertirla. Jamás pensé en hacerlo pero… – leí en los temblorosos labios de Esme pues ningún sonido salía de ellos.

- Ish le indujo los pensamientos necesarios para obligarla – Edward entornó los ojos. Era palpable por la inflexión de su voz cuanto sufría por los sombríos recuerdos de su madre. - La obligó a rememorar su época de neófita, forzó vívidas imágenes de caza donde percibía el calor de su presa. Consiguió que sintiera el momento exacto de la primera vez que sació con sangre su insoportable sed, nada más despertar en esta existencia. Sólo tuvo que acercar la herida de su cuello a Esme.

- Si tiene tantas ganas de morir, yo le haré el favor – dijo Rosalie desafiante.

- No – replicó Emmett.

Los ojos de Rosalie flamearon por la ira.

- Es un peligro tenerla aquí ahora que sabemos que Demetri está involucrado en esto– señaló Jasper.

- No sólo Demetri – le corrigió Edward.

- Edward, ¿crees que su don es…? - preguntó Carlisle nervioso.

Edward asintió despacio.

– Ish sintió dónde estábamos cuando huía. Ella copia de algún modo el don de quien la muerde – aseguró.

- Eso es una locura – la voz de Carlisle se quebró por la sorpresa.

Tres ponzoñas - recordé –, tres dones.

- Creo que Edward tiene razón – señaló Esme muy afectada –. Mientras yo…- titubeó ante aquel afligido recuerdo – yo también vi a través de ella. Fue sólo un destello de los recuerdos de su vida. Nada concreto, pero, Carlisle, ella sabe dónde estamos en cada momento y también es capaz de ver nuestros recuerdos.

Me quedé atónita. Ella no influía en los sueños sino que invocaba tus recuerdos. Sólo un vampiro era capaz de hacer eso.

De repente Edward atravesó el salón y se colocó al pie de las escaleras. Llegó apenas media fracción de segundo antes de que Rosalie chocara contra su rígido cuerpo, preparado para recibir tal golpe.

- No voy a matarla – rugió Rosalie.

- Claro que no – le amenazó Edward.

- Rosalie, déjala – le advirtió Esme con un marcado tono de dolor en su voz.

Rosalie se sorprendió y relajó su postura de inmediato. Edward zanjó la discusión y Rosalie pareció aceptar no hacer nada hasta que Eleazar llegara. Según Alice, se presentaría al cabo de unas horas.



Cuando entré en la habitación Jacob me miró significativamente. Sabía que él lo habría escuchado todo y que tendría su propia opinión. Le imaginé plantándose en la puerta por si Rosalie conseguía flanquear a su hermano. Y entonces percibí en sus ojos que él no le fallaría, no mientras pudiera evitarlo. Mantuvimos la mirada y distinguí la impaciencia con que acudió cuando le avisamos de lo ocurrido. Con él había llegado también Seth, postrado otra vez al lado de Ish mientras le susurraba de manera tierna algo que me recordaba a una nana.

Acaricié el pelo de mi hija, relajada sobre el regazo de mi amigo e intenté calmarme yo también.

Recuperé de mi mente el recuerdo de la ráfaga de lucidez. No podía seguir prolongando el momento para tomar ciertas decisiones. Jacob me tomó de la mano y me trajo de vuelta. Sonreí al pensar que hacía algo más de un mes le había presionado para que decidiera sobre su futuro, mientras yo me había escondido detrás de la condescendencia de mi marido, que toleraba mi ceguera ante lo que pasaba a mi alrededor. Le devolví el apretón y nos quedamos con la mano entrelazada.

Seth empezaba de nuevo aquella extraña nana mientras la acunaba contra su pecho desnudo.
¿Podríamos salvarla? ¿En verdad nos esperaba una nueva disputa con los Vulturi?
Noté cómo mi corazón se hacía un nudo al recordar de manera inconsciente que aquella mochila con los pasaportes para mi hija y Jacob seguía guardada en uno de los armarios de nuestra cabaña.

Entonces entró Alice y se acomodó en una de las sillas entrelazando sus piernas y abrazándolas. Detrás pasó Jasper y se quedó a su lado. Después, subió Emmett. Estaba cabizbajo y no cruzó la puerta. Detrás pasaron Carlisle y Esme con Edward. Y por último entró Rosalie, aún molesta pero claramente más relajada.

Me estremecí al ser consciente por primera vez del hecho de que Esme había mordido a Ish y, se hubiera convertido en un vampiro o no, ahora ella era uno de los nuestros. Ella pertenecía a esta familia igual que yo o cualquier otro. Supusiera eso lo que supusiera.

16 comentarios:

  1. ....wuaaaaaa!!! Hubiera inmaginado de todo salvo que Esme la mordiera......Increíble!

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  2. Estoy con el de arriba, nunca me lo imaginé, pensé que esme era dulce, pero no tan "dulce"... dios p...tos vulturi. Otra vez ellos!!! porque no se pudrirán. Quiero leerte otra vez!!! Ya.

    Sigue pronto

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  3. wow¡¡¡ me encantooo¡¡¡WOW¡¡¡quiero qe sea miercole yaaaaa¡¡¡

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  4. x dios no me dejes asi kiero el proximo.........tienes una mente totalmente genial.....sigue asi felicitaciones ........

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  5. ya te lo dije y lo repito....me encantan los vuelcos inesperados que das a las situaciones!!!!
    alucinante!!!!...
    besos,
    pamela..

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  6. perroooooooooooooooooo me deja loca este capitulo perro esme tan buena que es con toda su familia... espero el viernes el proximo capitulo


    D@rk666Fr@u

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  7. Uffff... por más vueltas que le había dado a lo que fuera Ish, ni de lejos había imaginado algo así. Y tras leerlo, me parece fabuloso y lleno de lógica, un giro brillante dentro de la historia!!! Me encantaaaaa!!!!!

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  8. me quede dura cuando lei que esme la mordio !!!!!!!!!!
    no puede ser ........ ESME .
    LA VERDAD ESCRIBES MUY LINDO ...........
    ME ATRAPO TODOS LOS CAPITULOS !!!!!!!!!!!

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  9. no t lo puedo creer.. m djast sorprendida d verdad.. Esme acr eso... si ese cr es un pan d Dios... necsito el otro capitulo la intriga m mata d verdad

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  10. WOSSSSSHHHH KEDE MUY IMPRESIONADA ESME NO ME LO KREO E ISH ELLAS ES WOWWW COPIAR LOS DONES DE LOS VAMPIROS ESTO ESTA MUY BUENO ESPERO Q SUBAS RAPIDO EL OTRO KAP

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  11. genial gracias creo que la del mejor don eres tu jaja que buena historia...

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  12. no puedo creer q Esme la mordiera...waaaaaao. este cap stuvo genial.

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  13. odio a esa niña .rosalie deberia matarla

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