-- -- -- Sol-Naciente: Capítulo 13.- AUTOCONTROL. (Capítulo completo)

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Capítulo 13.- AUTOCONTROL. (Capítulo completo)

Demasiado tarde.

El penetrante olor de la sangre había nublado mis sentidos. Lo único que mi cuerpo era capaz de notar era el tembloroso cuerpo de mi hija en mis brazos. Sacudí esa sensación de mi mente y volví en mí para ver los negros ojos de Alice brillar de deseo. Afiancé a la niña en mi espalda y me tiré contra ella antes de que fuera tras su hermano. Carlisle entró en ese instante en el salón y subió detrás de Edward por las escaleras hasta el primer piso.

- Alice – mi voz sonó como un fuerte rugido. Me miró avergonzada y comprendí que volvía a ser dueña de sí misma. Cogí a Nessie de mi espalda y se la ofrecí –. Iros. Encuentra a Jasper y Emmett.

No miró atrás. Cogió a la niña y salió disparada por la puerta principal.
Un segundo después entraban por la puerta del salón Esme y Rosalie con Jacob en brazos. Su pecho estaba cubierto de sangre. Corrí hasta el aseo de la planta baja y cogí la toalla del tocador. Cuando regresé, le habían tumbado en el sofá.

- Creo que ya han salido de fase. Id a buscarles – rugió Jacob, fuera de sí.

Cuatro grandes arañazos de trazado irregular le abrían el pecho. Le coloqué la toalla y presioné para intentar parar la hemorragia.

En ese instante un fuerte chillido de mujer llegó a mis oídos. Seth traía a su hermana retorciéndose en sus brazos con la cara también cubierta de sangre y la tumbó en el suelo. Tenía los labios en carne viva como si algo se los hubiera quemado. De la pierna del muchacho fluía un hilo de color carmesí que formó rápidamente un charco. Esme se acercó a Leah que se revolvió al notar el tacto frío. Seth la agarró de las muñecas para paralizarla y Esme estudió por una milésima de segundo la herida.

- Necesitamos a Carlisle – dijo Esme en tono preocupado.

Subí las escaleras cubiertas de un pastoso rastro de color negruzco. Sabía que no debía respirar e intenté prepararme antes de abrir la puerta.

Pero nada podía prevenirme para lo que vi.

En la camilla yacía el cuerpo convulso de Ish mientras Edward estaba echado sobre ella, con un codo sobre su pecho y otra mano en la barbilla. Al otro lado, Carlisle movía sus manos a mucha velocidad, cosiendo un tubo de color marrón por el que no dejaba de emanar el oscuro líquido. Apreté la mandíbula antes de hablar y cambié el peso de mi cuerpo afianzando mis pies para asegurarme a mí misma de que no me lanzaría a aquel cuello abierto.

- Carlisle, te necesitan abajo. Es grave.

Carlisle pareció sobresaltarse al darse cuenta de mi presencia allí. Evaluó con un gesto serio mi semblante y sin parar de coser me preguntó:

- ¿Estas bien?

Asentí muy despacio y me sorprendí de que fuera cierto. Una parte de mí clamaba por aquella sangre pero mi autocontrol era capaz de mantener ese instinto a raya. Edward y Carlisle intercambiaron una fugaz mirada, soltó la aguja y salió por la puerta.

- Bella, ven, colócate tal y como estoy yo. ¿Crees que podrás?

Obedecí intentando mantener mi mente en blanco. Él se apartó y entonces el cuerpo de Ish se levantó un palmo de la camilla por un espasmo. Me subí encima de ella y apoyé uno de mis antebrazos en su pecho. Coloqué la palma de mi mano sobre su mandíbula y le giré el cuello para que Edward tuviera más espacio para trabajar. Miré a mi marido mientras se afanaba por tapar la hemorragia. Sus ojos se movían a mayor velocidad que sus dedos, que subían y bajaban aquel hilo parecido al sedal.

Intenté no ver más allá del brillo de sus ojos llenos de impaciencia. Pero era inútil, podía percibir el latido de su corazón golpear contra la piel de mi antebrazo, transmitiéndome su calor. Cerré los ojos con fuerza y apreté la mandíbula haciendo un esfuerzo descomunal para no imprimir esa fuerza a mi agarre. Intenté alejar de mi mente esa avasalladora y ardiente luminosidad roja que invadía toda mi consciencia. Luché contra su envite y busqué cosas frías que estuvieran en contacto con mi piel. Lo único que podía notar era la camilla pero probablemente mi temperatura fuera muy inferior. Volví a notar una oleada de aquel fuego insoportable cuando percibí un líquido caliente mojándome la muñeca. Aparté un poco el brazo e intenté evadirme de la angustiosa quemazón en mi garganta. Me quedé lo más quieta que pude, ordenando cada segundo a mis tensos músculos que no se movieran y me concentré en esas órdenes evitando cualquier estímulo que me llegara del exterior.

Al cabo de unos minutos una mano fría me aferró la muñeca, era Edward. Levantó mi brazo con mucho cuidado estudiando mi expresión. Sabía que debía tener los ojos negros como la noche, al igual que él. Edward ya había terminado. Lo habíamos conseguido.




Abrí el grifo y el agua salió con violencia. Metí las manos debajo para enjuagarme la sangre. Froté fuertemente pero aquella mancha no desaparecía. Grité frustrada y arranqué la manga de mi sudadera. Empecé a quitarme la ropa enloquecida mientras el agua teñida de rojo se desbordaba fuera de la pila. Cogí aire y dejé que éste anegara mis pulmones de ese insoportable olor. Vi en mi mente los ojos negros de Edward y busqué los míos en el reflejo del espejo. Noté el agua congelada en mis pies y lavé mi cara. Cerré el grifo lentamente e intenté convencerme de que aquello sólo había sido una pesadilla.



Tiré unas cuantas toallas al suelo para recoger el agua. Las metí, junto con mi ropa, en una bolsa y busqué en el armario de Esme ropa limpia. Me vestí y antes de bajar me eché una ojeada en el espejo. Mi cara parecía bastante más calmada, aunque el oscuro brillo de mis ojos me intimidó por un instante.



Al principio pensé que todos aquellos insultos provenían de Jacob pero era Leah la que los pronunciaba. Encontré a mi amigo recostado en el sofá con un aparatoso vendaje sobre su pecho descubierto.

Seth,con varios puntos de sutura, estaba en una de las sillas junto a su hermana, a la que Carlisle terminaba de aplicar una pomada en la cara. Tan pronto como terminó de tapar las heridas de Leah con unas gasas, ésta se levantó y fue hasta el aseo para observar la cura en el espejo. Empezó a sollozar cuando vio su cara completamente deformada por la hinchazón.

- Aún quedan tres días, Leah, quizá no se note para entonces - intentó animarla su hermano.



Emmett y Jasper ayudaron a recoger aquel estropicio. Carlisle estuvo durante un largo rato preguntando a Jacob y Seth sobre lo que había pasado y lo que más le llamó la atención fue que ella usara su sangre para atacarlos. Carlisle tomó una muestra y se marchó al hospital.

- Jacob, si no te importa, no consigo que entre en calor – pidió Edward.

- Lo cierto es que debería ir a la reserva. Según el doctor, no es buena idea que nos convirtamos, no, al menos, hasta que esto se cure un poco más – dijo señalándose el pecho –. Tenemos que cambiar los turnos con Sam.

- ¿Por qué no le avisas de que os vamos a acercar hasta la frontera y quedáis allí con él? Jasper y yo os sustituiremos – se ofreció Emmett.

- Yo me quedaré con Ish – aseveró Seth –. Si no os parece mal...

A pesar de todas las pegas de Leah y Rose, Emmett y Jasper se fueron con ellos. Edward cogió a Ish en brazos y la llevó con mucho cuidado a la cabaña. Su piel tenía un aspecto calizo, salvo en la parte del cuello con una gran mancha negra que se difuminaba en distintos tonos de morado. Se la veía tan delicada, tan frágil; era como si un delgadísimo hilo transparente la aferrara a la vida.




Seth se recostó lentamente sobre la cama y se aproximó a ella. Se acercó suavemente y dejó que sus cuerpos se tocaran poco a poco hasta que estuvieron pegados. Tomó la manta y cubrió a ambos. Sacó el brazo y estudió dónde apoyarlo. Finalmente lo colocó también sobre ella y permaneció quieto durante todas las horas de la noche, estudiando su rostro, vigilando su respiración, pendiente de cada latido.

Me senté sobre el regazo de Edward, esperando la llegada del día mientras él sondeaba, una vez más, los sueños de aquella desconocida.

11 comentarios:

  1. Guay!! segundo capi... me encanta, el momento en que bells recupera su templanza, y no se la "come", y el momento mejor... seth controlando a la pequeña Ish. Adorable...
    ***
    Me gustó el capitulo, está genial.

    ResponderEliminar
  2. .no tengo ni idea de que puede ser esta chica...jajaja...Me encantaron estos últimos capítulos!

    ResponderEliminar
  3. me encantooooooooo!!!!!!!!! cada vez mas intrigada me dejas .

    ResponderEliminar
  4. estoy muy intrigada no se que sera esta niña pero esta full chevere me gusta!!!!

    ResponderEliminar
  5. hhhahaa necesito leeer el prox capítulooo
    este está genial pero ia toi intrigada xD

    ResponderEliminar
  6. Dios mio!!! m tienes sufriendo un mundo x favor dinos q es sta chik? es una vampira, una loba, una bruja o una mscla d las tres... q c yo.. ya no c q scribo .. pero dinos q es... necsito sabr.. no m djas dormir con tu misterio.. jaja

    ResponderEliminar
  7. Hola soles !!!
    Coged aire porque aún quedan un par de capítulos para que sepais qué es nuestra Ishtar. Sólo diré que el asunto aún se tiene que poner un poquito, sólo un poquito más interesante. :)))
    Bienvenid@s a tod@s l@s nuev@s !!!

    ResponderEliminar
  8. wowwwwwwwww mas interesante
    ya nos tienes con el alma en un hilo
    esta buenisaaa muchas gracias
    me la estoy pasando genial leyendo tu histo
    cariños desde chile

    ResponderEliminar
  9. Woooooow me tienes loca me encanta como escribes es muy emocionanta estoy desde las 10am y son las 4pm si no fuera x que tengo que hacer sigo pegada jajaja eres excelente te felicito..

    besos

    ResponderEliminar
  10. Muchas gracias, Maria José :)
    Espero que sigas disfrutando con la misma intensidad hasta el final :D

    ResponderEliminar