-- -- -- Sol-Naciente: Capítulo 5.- EL INCIDENTE. (2ª y última parte)

martes, 5 de octubre de 2010

Capítulo 5.- EL INCIDENTE. (2ª y última parte)

- Si te vas ahora, te vas a perder las noticias de los lobos -auguró Alice con un raro interés-. En cinco minutos todo es negro -se encogió de hombros y se sentó en el suelo con las piernas cruzadas.
Edward alzó mi barbilla con una de sus manos y ladeó su cabeza para buscar mi mirada.
- Estoy bien. No es nada -levanté la comisura de mis labios intentando dibujar algo parecido a una sonrisa y me sentí un poco ridícula.
Edward querría saber qué había pasado con Charlie, pero yo necesitaría un momento para encontrar el modo de arreglar todo eso. No iba a permitir que mi padre sufriera por mi elección. Tenía que averiguar cómo y recuperar de nuevo su confianza. Había intentado mantener todas las piezas de mi vida juntas y Charlie me acababa de abrir los ojos para mostrarme que ese puzzle no encajaba, pero no lo iba a hacer ahora. En este momento, lo importante era que en la habitación de arriba había una chica muerta de miedo que llevaba días por el bosque perdida, huyendo de un vampiro que ya la había mordido. Edward notó el cambio y por fin se relajó un poco, aunque en su mirada seguía habiendo un matiz de inquietud. Presentí que esta vez no era por mí. Me abracé a él y permanecimos quietos.
Oí a Jacob acercándose a la casa y por el ritmo de sus zancadas deduje que lo hacía en su forma humana.
Entró, como de costumbre, sin llamar y dejó un reguero de gotitas de agua por el camino.
- Hola a todos. ¿Qué tal la invitada sorpresa?
Carlisle le dio el informe tal y como nos lo había contado a nosotros.
- Entonces, ¿no sabéis lo que es ni quién es? ¡Qué raro! -continuó sin esperar a que nadie le contestara- ¿Y estáis seguros de que no es amiga de los chiflados de Volterra?
- Creemos que no -enfatizó Edward.
- Y no se va a convertir en ninguno de vosotros… Bueno, supongo que eso no cambia nada. Hemos estado hablando con los ancianos y hemos llegado a la conclusión de que puede quedarse, aunque se convierta en neófita, si vosotros os hacéis cargo de ella, de que no haga ningún estropicio por aquí, ya sabéis.
- Eso es algo que aún no hemos decidido, Jacob -la voz de Edward era fría-. De momento, esperaremos a mañana.
Jacob se encogió de hombros.
- Bueno, me marcho, los míos deben de estar a punto de llegar.
-¿No han vuelto aún a La Push? -preguntó Carlisle mirándole con atención
- No, vine yo solo para la reunión. Ellos se quedaron. Seth creyó haber percibido algún rastro conocido. No está muy seguro, pero por si acaso… De todos modos, no creo que esté relacionado, pues es de, por lo menos, hace una semana y está a muchos kilómetros de aquí.
A lo lejos, se oyó el aullido de un lobo.
- Me llaman. Os veo mañana, en realidad, dentro de un rato -dijo fijándose en la claridad que empezaba a entrar por la ventana.
Se dio media vuelta y desapareció por la puerta, dejándola abierta tras de sí.
De pronto, un fuerte golpe sonó en el piso superior. Antes de que pudiera reaccionar, Edward me arrastraba escaleras arriba. Se detuvo frente a la biblioteca y, sin mirar atrás, se limitó a sisear el nombre de Esme, que inmediatamente se colocó delante de mí.
- Será mejor que nos quedemos fuera, cielo. Puede ser peligroso.
No imaginaba que a estas alturas quedara algo que aún pudiera resultar peligroso. Quizá en algún momento habría que redefinir el significado de esa palabra.
Me eché a un lado para poder ver qué ocurría dentro.
Me di cuenta al instante de qué habitación era esa. No pude evitar pensar en esos momentos de tortura y fuego, cuando mi corazón humano latió por última vez, lamido por la ponzoña de Edward. El mismo sitio donde había nacido mi pequeña pateadora, la única razón por la que no caí en la oscuridad de la inexistencia y por la que mi marido pudo traerme de vuelta. Aquel insoportable dolor… hubiese entregado mi alma a cambio de una tregua. Me agarré el pecho para ser más consciente de que ya no estaba en aquella camilla.
Carlisle estaba justo en frente, tapándome gran parte de la escena. Esperaba quieto con una mano levantada. Me alcé sobre la punta de los pies y recorrí con los ojos la habitación. A la izquierda de Carlisle, estaba Jasper, agazapado y en posición de ataque. A su lado, debía estar Emmett y Alice permanecía detrás de sus hermanos. Edward se había colocado al otro lado de Carlisle, dejando la camilla entre ambos. A quien no localizaba era a la chica.
- Tranquilos -insistió Carlisle.
Casi al instante de acabar de pronunciar esto, oí un siseo al final de la camilla. Dirigí la mirada hacia donde miraba Edward, pero no pude ver nada con Carlisle en medio.
-Che cosa vuoi? -no entendí ni una sola palabra.
- Le pregunta a Carlisle que qué quiere -me tradujo Esme en un susurro.
- Niente -contestó de inmediato.
Volví a percibir un siseo, como cuando alguien aspira aire entre dientes. Jasper se agazapó aún más.
- Dove sono? -su voz era temblorosa aunque destilaba más rabia que miedo.
-¿Dónde estoy?
A pesar de que no distinguí ningún ruido, todas las cabezas se giraron. Esa persona, a quien no era capaz de ver, estaba ahora frente a Carlisle.
- Qui sei?
- Sono Carlisle Cullen -respondió despacio.
- Sei Carlisle Cullen? -su voz se había tornado frágil, rota.
Lo siguiente que vi fue a Carlisle abalanzarse contra Jasper, a Edward saltar por encima de la camilla y aterrizar encima de Emmett, que estaba arremetiendo contra la pequeña figura de esa desconocida.


Fue Esme la que tiró de mí para apartarme de la puerta cuando Carlisle y Alice empujaron a Jasper fuera de la habitación. Con Emmett, lo tuvieron más difícil. Tuvo que ir Carlisle para calmarlo antes de que Edward se quitara de encima. La chica, a un lado de Emmett, se retorcía de dolor y gritaba llorosa, hasta que Emmett la soltó. Cuando salió, Carlisle cerró la puerta, quedándose dentro.
Al cabo de un segundo reaccioné y bajé al salón con los demás. Emmett estaba sentado en el sofá con el cuerpo hacia delante y los codos apoyados en las rodillas. Miraba fijamente al suelo, mientras no paraba de dar golpecitos con uno de sus pies.
- Lo siento, de verdad, Edward, ya sabes que yo no quería…
- Tranquilo, Em, se va a poner bien.
- ¿Carlisle está bien? -Jasper se volvió al oír la pregunta de Emmett.
- Sí, claro -le aseguró Edward. Se quedó un rato callado mirando a Jasper-. Hicisteis lo correcto. Creísteis que le iba a atacar.
- Tú no. ¿Por qué? -dijo Jasper en voz alta.
- Carlisle no creía que le fuera a hacer daño. Sabía que él se pondría en medio en cuanto percibió tu movimiento. Confié en su criterio, eso es todo.

5 comentarios:

  1. Hoy quisiera adelantarme en los comentarios, para celebrar con vosotr@s el primer cumple-mes del blog. Hemos alcanzado la escalofriante cifra de más de 1.250 visitas!!!! Así que a todos los lectores/as os quería dar mi más sincero agradecimiento.
    Un beso y gracias, gracias, gracias. :))))

    ResponderEliminar
  2. Hola guaaaapa!!!

    Mmm, que lio mas grande.... la niña es francesa no? pero es extraña...

    ***
    Capitulo interesante... mucho lio, has tardao muuucho.

    Gracias por actualizar....

    Genial FELICIDADES A TU BLOG Y A TIIII!!!

    ResponderEliminar
  3. Moon, es italiano !!!
    Tienes razón he tardado un poco, lo siento!!!
    Y gracias por las felicitaciones :))

    ResponderEliminar
  4. Felicitaciones atrasadas..aunque veo que son 14ypico visitas...jejejeje, dentro de nada....un huevo más seguro!...me encanta! sigue escribiendo eh??...jummm que toy intrigadilla...

    ResponderEliminar
  5. muy bueno....!!!! me encanta....!!!! por favor no dejes de escribir.......!!!! sos muy buena

    ResponderEliminar