-- -- -- Sol-Naciente: Capítulo 19.- LA INCÓGNITA (1º Parte)

martes, 30 de noviembre de 2010

Capítulo 19.- LA INCÓGNITA (1º Parte)

Un aullido cercano me erizó la piel. Carlisle, Esme y Carmen se lanzaron al exterior. Miré a Rosalie, que tenía a mi hija en brazos, y asintió con un solo movimiento de cabeza. Eché a correr con todas mis fuerzas, esquivando los árboles a muchísima velocidad. Me pareció ver de refilón algunos jirones blancos, probablemente las deportivas de Jacob. Me concentré en infundirle a mis piernas más fuerza y enseguida me coloqué a la altura del grupo de Carlisle.

Oí el profundo rugido de un lobo y otro gruñido más agudo en respuesta.
Cuando llegamos, Kate y Garret estaban fuera de sí, sobre todo él, que fintaba de un lado a otro de modo amenazante ante los dos descomunales lobos. Eché un vistazo rápido buscando a Ish. Emmett se había colocado delante de ella como un muro de hormigón, Jasper estaba en uno de los lados - sin duda, intentando influir con su don- y Edward se había colocado al otro lado.

Ish estaba temblando de puro nervio. La parte de la rodilla de su pantalón estaba rasgada y muy manchada de sangre. Cuando nos acercamos lo suficiente noté su perfume; si no se calmaba, el olor de su sangre no sería el problema.

Intenté centrarme en cualquier silueta que se acercara a Ish. Ella era a quien debíamos proteger; los demás sabrían apañárselas.

- ¡Garret, detente! – bramó Eleazar.

Garret se revolvía en los brazos de Emmett cuando Kate se lanzó en su ayuda, disparándole una potente descarga que le hizo caer al suelo. Garret consiguió liberarse antes de que Edward pudiera impedírselo.

Y Kate atacó de nuevo. Edward la esquivó pero Emmett volvió a recibir otra descarga. Entonces ella retrocedió a causa de un golpe. Jasper se había interpuesto entre ambos.

Garret volvía a intentar traspasar el cerco que protegía a la decani, que cada vez exhalaba más y más ese perfume insoportablemente atrayente.
Lo encaré esperando mi turno en esa contienda, sin miedo a resultar herida, sin miedo al dolor, sólo con la ira nublando todos mis sentidos hasta hacerme ver todo de un intenso color escarlata.

Saqué de dentro aquella violencia en un potente rugido que Jacob secundó colocándose entre el vampiro y nosotras.

Kate me miró de soslayo y por una milésima de segundo pensé que se tiraría hacia nosotros pero Seth la hizo frente antes que ningún otro vampiro. Ella le fintó apoyando una de sus manos en su lomo. Antes de que pudiera girar la cabeza, sus patas se doblaban por el dolor de la descarga. Jacob gimió y proyecté mi escudo hacia él. Si conseguía guardarle bajo mi protección, Seth también estaría a salvo del don de Kate.

Dejé que se dilatara aquella goma elástica y en apenas medio segundo las luces de energía de mi familia y de Jacob estaban dentro de él. Seth se levantó encrespado pero frenó en seco su envite.

Se revolvió nervioso y gimió un profundo y lastimero aullido apartándose al tiempo que un gran relámpago iluminaba la escena.

De detrás de la enorme figura del lobo apareció el cuerpo tembloroso de Ish, enfrentándose a Kate. Todo ocurrió en un segundo en el que nadie reaccionó. Ish aferró con fuerza la mano que se apoyaba sobre el licántropo y la vampira le lanzó una descarga tan potente que pude escuchar el zumbido que producía la electricidad. Pero antes de que Ish se desplomara al suelo por el dolor, Kate salió disparada hacia atrás. Como si una cuerda invisible tirara de ella, voló un par de metros hasta chocar fuertemente contra el tronco de un gran abeto, que se estremeció por el golpe.

Cuando volví a mirar, Carlisle ya estaba al lado de la decani.

- El grupo de batida viene hacia aquí. Será mejor que alejéis a Garret y Kate hasta que se calmen del todo – dijo Edward con la voz contenida.

Jacob soltó un fuerte gañido y desapareció entre los árboles.

Eleazar y Carmen cogieron a Kate, que, a pesar de que ya no oponía resistencia, seguía teniendo los ojos tan negros como la noche, marchándose en dirección contraria por donde había desaparecido Jacob. Alice y Esme les siguieron y detrás, Emmett y Jasper con Garret.

- ¿Cómo te encuentras? – Carlisle le levantó una de las mangas observando su antebrazo tatuado, enrojecido por las descargas de Kate.

Seth se revolvió un poco, girando sobre sí mismo, incómodo. Entendí que tenía una lucha interna entre ir con Jacob y quedarse con Ish. Me pregunté qué estaría pasando con el otro grupo de licántropos.

- De acuerdo – contestó Edward a una frase no pronunciada de Carlisle, que desapareció en un segundo por el bosque, justo por donde habían ido el resto de vampiros.

- Puedo andar – protestó Ish cuando Edward la cogió entre sus brazos, alejándola de su pecho para no transmitirle su frío.

- ¿Prefieres que te lleve Seth? – le preguntó dubitativo.

- No – contestó en un susurro convulso por la tiritona que sufría.

- Seth, los demás se han ido hacia el oeste. Todo está controlado. Nosotros iremos a casa.

El lobo esperó medio segundo y movió la cabeza emitiendo un corto gruñido.

- Bien, entonces vamos – dijo Edward y salió disparado. Enseguida nos dejó atrás. Seth no se molestó en cambiar de fase cuando pasamos al interior de la casa.

- Vete – le dijo Edward a su hermana después de terminar de explicarle de manera rápida y eficiente lo ocurrido. Rosalie salió por la puerta esquivando al lobo que ocupaba gran parte de la entrada.

Nessie apareció corriendo de la cocina con un par de manzanas en sus manos, que ofreció a Ish, debajo de un par de mantas y recostada en el sofá. Seth se acercó y se agachó lo suficiente como para reposar su cabeza al lado de la de Ish, que mordía con avidez una manzana.

- Estoy bien – le dijo en un susurro tembloroso y se apoyó contra su costado.

Me acerqué hasta ellos y no me gustó lo que vi. Ish tenía los labios amoratados por el frío. Incluso la piel de debajo de sus uñas estaba morada y la temblequera hacía que su pequeño cuerpo se convulsionara tan fuerte que parecía que se fuera a caer del sofá.

- Así no conseguirás darle calor, sino lo contrario, la estás empapando. ¿Por qué no te transformas? – Seth gimoteó mientras miraba a Edward.

- Necesito saber qué tal le va a Jacob – me explicó.

- Por lo menos, debería cambiarse de ropa – insistí al escuchar cómo le chasqueaban los dientes.

Seth levantó la cabeza y emitió un leve quejido.

- Ya la llevo yo, Edward – le dije cuando hizo ademán de acercarse.

La cogí en brazos y me percaté de que pesaba menos de lo que pensaba. A pesar de que con las mantas casi abultaba más que yo, la subí sin problemas hasta el primer piso mientras la niña le solicitaba a su padre que le contara qué estaba pasando con Jacob. Por lo que pude entender, todo iba bien.

Senté con cuidado a Ish sobre la cama de Rosalie y fui hacia el armario. Busqué con mi olfato algo de algodón y evité los armarios de la izquierda, desde donde me llegaba el olor de seda y satén. En uno de los cajones encontré unos pantalones gruesos de viaje y una camiseta de manga larga de algodón. Sus manos resultaban torpes por el tembleque. Le saqué la camiseta empapada de un movimiento. Le dejé un poco de intimidad para que se cambiara la ropa interior y mientras, rebusqué en el baño el secador de pelo. Le metí la camiseta, los pantalones y unas botas en menos de medio minuto. Ella simplemente se dejó hacer. Volví de nuevo al armario y cogí un abrigo grueso relleno de plumas. Lo tiré en la cama y ella se lo echó sobre las piernas mientras le secaba el pelo.

A pesar del ronroneo del aparato, pude oír la voz de Seth y me relajé al pensar que si el muchacho había recuperado su aspecto humano era porque todo había terminado.

Apagué el secador y lo guardé en el armario del que lo había sacado. Ish seguía sentada en la cama con una expresión ausente.

4 comentarios:

  1. WOW ME ENCANTAN TODOS LOS CAPITULOS... TE FELICITO, ME ALEGRO QUE ESTES MEJOR...CUIDTE

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  2. Me encantan estos momentos de tensión, cuando todos se ponen en guardia y ocupan su lugar en milésimas de segundo. Muy visual todo el capítulo, enhorabuena ;-)

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  3. naguara! estuvo finisimo st capitulo.. mucha accion en uno solo.. m enknto...!! y m alegra q ya sts recuperada

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