-- -- -- Sol-Naciente: Capítulo 24.- NICOLÁS (2ª y última parte)

lunes, 20 de diciembre de 2010

Capítulo 24.- NICOLÁS (2ª y última parte)

- Sí – afirmó dirigiendo otra fugaz mirada a las escaleras.

Me obligué a recordar mi estado de ánimo antes de bajar y las promesas que había formulado. Una a Ish, de que no tendría que ir con él, por lo menos de momento, y otra a mí misma, de que averiguaría el porqué de la reacción de la muchacha.

Me coloqué despacio en la línea que marcaría su trayectoria si decidía intentar subir.

- ¿Qué paso?- preguntó Rosalie con voz desafiante.

- Estando allí llegaron tres vampiros que Demetri había enviado buscándonos a ambos y le permitieron a Aro “ver” la visita que os hicieron. Cuando tocó a uno de ellos pudo ver a Ishtar. Yo me ofrecí voluntario para venir a buscarla.

- Si os fue tan bien mientras estuvisteis juntos, ¿por qué te teme? – pregunté irritada de nuevo.

Meneó la cabeza levemente mientras en su ceño aparecía un pequeño surco que le dio un aspecto angustiado por una milésima de segundo.

- Eso es algo que desconozco – su gesto volvió a recomponerse con la misma rapidez de siempre.

- Espero que entiendas que Ish ahora está integrada completamente en nuestra familia y que nos cuesta pensar en que pudiera abandonarnos. Te agradezco que compartas con nosotros esa información pero no vamos a cambiar de opinión. Nos pondremos en contacto con Aro e intentaremos arreglar esto de un modo justo para ambas partes. Pero en lo que a ti se refiere, me temo que no puedo ayudarte ni atender tus peticiones.

- Me temo que no he conseguido expresar de un modo claro cuán peligroso es el asunto.

- No te preocupes, estoy seguro de que lo hemos captado perfectamente - dijo Edward entre dientes.

Se marchó sin pronunciar nada más. Cuando subí, Ish estaba en el mismo ataque de nervios en que la había dejado. Tuve la sensación de que se relajó un poco cuando le contamos, muy por encima, la conversación. Estaba segura de no recordarle a pesar de la angustia que le producía sentirle cerca.



Intenté analizar las cosas con más calma cuando estuvimos Edward y yo en la cabaña. Nuestra hija dormía plácidamente en su cuarto mientras procuraba seguir las explicaciones de mi marido.

- Es como si pudiera manejar dos consciencias distintas y yo sólo tuviera acceso a la más superficial, mientras que en la otra, la que no leo, tiene los verdaderos pensamientos. De Nicolás, yo sólo soy capaz de recibir sus respuestas inmediatas a estímulos externos. ¿Cómo podría explicártelo? – me dijo mientras se revolvía en la cama y se colocaba frente a mí de rodillas -. ¿Recuerdas la leyenda de Taha Aki, el primer jefe quileute que compartió su alma con el cuerpo del lobo?

Recordaba vagamente aquella leyenda que había escuchado de boca de Billy una tarde en La Push.

- El guerrero perdió su cuerpo cuando otro indio lo invadió con su alma y un gran lobo le permitió al jefe indio compartir el suyo para poder avisar a su gente.

>> Pues es como si yo tuviera acceso a la consciencia del lobo, mientras que los pensamientos importantes quedaran bajo esa coraza que le proporciona su talento.

>>Imagino que con Aro debe de hacer algo parecido. Sólo tendrá acceso a un tipo de recuerdos que no resulten peligrosos para Nicolás.
Espero que Eleazar llegue a tiempo para verle. Creo que nunca había encontrado un vampiro que hubiera ejercitado hasta tal extremo su habilidad. No sólo es capaz de pasar inadvertido para los sentidos más aguzados, sino que parece tener la misma pericia para nuestros dones - se sentó a mi lado y miré en sus profundos ojos del color de la obsidiana, sin dejar de repasar cada centímetro de su perfecto e imperturbable rostro. Unas facciones que se habían mantenido inmutables en el último siglo, unos ojos y unos labios que habían estado esperando por mí durante todo ese tiempo.

Captó mi sentido de ánimo y estudió mis pupilas en un intento de saber a qué se debía ese cambio.

- Hubo un momento – comencé al ver que se impacientaba –, mientras Nicolás hablaba, en que tú y Jasper os pusisteis tensos. ¿Por qué?

- Nos permitió pasar. Bajó la guardia. O eso nos hizo creer. Creo que pretendía hacernos saber que hablaba en serio.

- ¿Entonces piensas que ella estaría a salvo con él? – pregunté y noté cómo el estómago se encogía un poco dentro de mí.

- Ella no lo cree.

- Pero me gustaría saber qué piensas tú - insistí.

- Pienso que sus intenciones no son malas, pero también sabemos que la perdió dos veces – encogió los hombros y me besó dulcemente en los labios mientras enmarcaba mi rostro entre sus manos –. Lo que está claro es que no se la llevará.

- ¿Qué pasará con Aro? – dije empujando ligeramente su pecho hacia atrás, separándonos un poco.

- Aunque te pueda resultar difícil de creer, la situación no es tan complicada como parece. Al parecer, los decani se rigen por unas reglas que los propios Vulturi implantaron en su día y que establecen que, en caso de ser mordida por grupos distintos, pertenece a aquellos que superan el número de mordidas.

- ¿En serio?- no pude evitar quedarme con la boca abierta.

- Cuando se dictaron estas reglas los decani eran el equivalente a un esclavo. No se les presupone la posibilidad de elección.

Eso significaba que, si se contaba la mordida de Eleazar como una de nuestro clan, estábamos empate. ¿Confiaba Edward en que, en caso necesario, contaríamos con la de Nicolás de nuestro lado?

No tuve tiempo de seguir preguntando. Edward comenzó a besarme de nuevo y esta vez no separé nuestros cuerpos, que se buscaban en la débil oscuridad de nuestra habitación. Relajé mis músculos y apoyé mi espalda en la cama. Noté cómo colocaba su cuerpo sobre el mío y le abracé con mis piernas mientras enredaba mis dedos entre su precioso cabello. Sentí cómo sus manos acariciaban mi cuerpo y me sumergí en su boca, notando el dulce roce de sus labios contra los míos, presionándolos y absorbiéndolos con un fervor delicado, húmedo. Saboreé el exquisito gusto de su saliva, entrando en mi boca y paseé mi mano por su marmórea espalda, empujando su cálido cuerpo más contra el mío.

Una noche más, nuestras almas se unían formando una, como si así hubiera sido su primitiva naturaleza, dos energías que no eran sino la media parte de una completa. Él no me perdería nunca ni yo a él, pues donde estuviera uno, allí iría el otro, independientemente del mundo, la vida o la muerte.

9 comentarios:

  1. ahhhhhh kede igual de confundida
    todavia no se sabe bien q pasara
    tendremos q esperar a q llegue eleazar
    para ver q va a pasar

    gracias raquel esperamos el proximo capitulo
    cariños cuidate

    ResponderEliminar
  2. jajaja ya era hora k se den un chanse bella y edward..................chuta xk tendra miedo ish de nicolas k pasaria ufs..........weno dejame felicitarte wenisimo me re encanta como pones esa magia para escribir

    ResponderEliminar
  3. aun toy algo confundida sobre quien tiene buenas intenciones aki, xq x algo Ish se escapo 2 vcs e Nicolas..e.xtraño...y ahora q pasara?

    esperando el prox cap....saludos!

    ResponderEliminar
  4. wow esta genial me encanto ya kiero ller el proximo capitulo

    ResponderEliminar
  5. wow! s sorprendent como manejas la historia... t felicito... y si tienen q mordr a ish para no perderla ps q lo hagan...

    ResponderEliminar
  6. Holaaaaa!!!! El capitulo está genial.Hoy es miercoles, no se supone que publicas capitulos los lunes, miercoles y viernes?

    ResponderEliminar
  7. Me dejaste atonita... muy atonita..... dios!!! quiero yaaaa!!! por cierto me encantó... pero necesito responder a varias cuestiones... en mi mente.... Nicolas parece peligroso.
    Sigue pronto.

    ResponderEliminar